miércoles, 25 de junio de 2008

40 Minutos

Cuando decidí crear este blog pensé que la primera entrada debería de ser majestuosa, memorable… vaya, toda una obra de arte en palabras. Pero después de todo no dejo de ser una ilusa que escribe y que quiere que la lean, con no más tiempo que las noches después de trabajar para plasmar un cúmulo de ininteligibles pensamientos en un espacio en la red.

De modo que iré poco a poco, conforme se me vayan presentando los sucesos o los recuerdos, lo trascendente o las nimiedades.

Seamos inmediatos (Nótese que hablo en plural).

***

Esta noche, mientras caminaba por la vulgarizada calle de Génova en la Zona Rosa me encontré con una fila a las afueras del Mixup, conformada por individuos enfundados en chamarras, con termos, chicharrones, sillas plegables y paraguas (por aquello de las aguas). Mañana comienza nuevamente la cuenta regresiva.

Y es que se espera una visita “real”, pues la bien o mal llamada Reina del Pop ha decidido pisar tierras aztecas y promocionar su décimo primer álbum de estudio, Hard Candy. ¿Cómo olvidar a la señora de Ritchie haciendo gimnasia al lado de Justin Timberlake en el vídeo de 4 Minutes? Es evidente que la mujer sigue teniendo suficiente enjundia para mostrarla en poderosas coreografías en sus vídeos –que más que baile, es pura gimnasia-.

Volvamos al tema inicial. Hace un par de días lanzaron a la venta los boletos para el concierto de doña Madonna en el Foro Sol. Obvio, la exclusiva fue para ciertos tarjetahabientes, porque Juan Pueblo sin credit card, no tiene el gusto ni la delicadeza de escuchar tan finas piezas.

Poco les duro el gusto a los exquisitos. En algunos lugares dicen que fueron 47, otros dicen que menos. Yo lo he cerrado en cuarenta ínfimos minutos… el tiempo en que los pases al excéntrico show de Madonna en la ciudad se agotaron.

Pero ahí viene la segunda parte… como era de esperarse, una nueva fecha fue abierta al ávido público de pop. Por eso la fila afuera del Mixup. Eso sí, más de uno tenía la facha de revendedor. Y mañana comienza la cuenta regresiva… otra vez.

Cuando supe de la visita de la señora a esta poco portentosa ciudad, pensé que estaría bueno asistir. En una de esas me tocaba verla medio encuerada, o podría ver con mis propios ojos cómo besa a una de sus bailarinas, o igual y le da por crucificarse o sube a un fanático, saca un látigo y arriba del escenario le paga con dolor el precio de ser fan de una extravagante cantante a la que ya le están pesando los años –según sus propias palabras-.

Cuando me enteré de los exorbitantes precios, cambié de opinión. Como ya tengo chamba, pensé que podía destinar una parte de mis ingresos a un rato de excéntrico y estrafalario show. Una de las promotoras del concierto decía que sólo en México se podrían conseguir boletos a ese costo “tan bajo”. Chin, sigo ganando en pesos… y cuatro mil sí pesan.

Hard Candy… un dulce duro de roer. De la música ni hablar, sigue siendo un pop bastante digerible, de ese que a los intelectualoides declarados les da pena decir que escuchan, pero que secretamente disfrutan.

Volviendo al tema del álbum, hay quien gusta del pop bien hecho, pero a fin de cuentas el pop sigue siendo pop por más Madonna que se le ponga al disco. Este disco, más que ser una extensión de los primeros trabajos de La reina, es una muestra más de que le gustó la lana, le gustó ser de las primeras en las listas de popularidad, y claro… las pretensiones comerciales se dejan oír.

La mejor rola del disco se llama “Dance 2night”, porque como que da para que cante más y se ejercite menos.

Buen disco para hacer quehacer, buen sencillo para el antro el fin. Por lo demás, es mejor descargarlo y ahorrarse la lana pa’l concierto. Porque yo lo escuché y me duró no 4, pero sí 40 minutos.

2 comentarios:

Holzwege dijo...

La metáfora como metáfora de la vida.

La comunicación pedagógica recurre a las metáforas como herramientas didácticas para facilitar la compresión de tópicos difíciles.
La metáfora explícita en el enunciado "aprendiendo a andar en bici", es una excelente manifestación visual de todo proceso de enseñanza y aprendizaje humano.
¿Pero qué es el aprendizaje?
Es la formación que sigue el sujeto a lo largo de su vida; y es un proceso evanescente porque implica crecimiento de múltiples aspectos del ser.
"Aprendiendo a andar en bici", es la metáfora frástica que encierra las claves de todo proceso
educativo integral de una persona.
Casi todos, entendemos que el manejo de este vehículo de dos ruedas (tan viejo como los siglos, pero tan joven porque ha evolucionado),significó un reto de aprendizaje y también de enseñanza
(la experiencia,por ejemplo, de facilitar el aprendizaje del uso de la bicicleta a un niño o niña, es una suprema experiencia,muy bella)para quien se ha atrevido a llevarlo a efecto. Todo pedagogo debería enseñar a un niño a andar en bici,antes de enseñar en el aula.
El el enunciado:"Aprendiendo a andar en bici", confluyen las máximas exigidas por el más recalcitrante constructivista de la formación contemporánea.
Teórica. Cuando aprendemos a menejar la bicicleta, aprendemos también a construir procesos cognitivos muy complejos. Que conllevan: emplear nociones, conceptos, categorías, a diferentes niveles, claro, pero que si reflexionamos operamos de maneras intrínseca, simple y común.
Nos relacionamos con la fuerza, movimiento, energía, equilibrio...agudeza visual...entorno urbano...
Práctica. Andar en bici se logra sólo en la práctica. Se transita por momentos diversos: novato,intermedio, experto, profesional, master. Claro, la práctica hace al maestro. Aquí no hay duda (y nada de echar a perder se aprende, eeehh!). Y lo más importante, se pueden evaluar los avances del que aprende con las evidencias que brinda la práctica: cuántas caídas, tropezones, equilibrios...Y a disfrutar la ciudad...Moverse en el tráfico...
Técnica:Desde aprender a mover los pedales quien se ejercita en la bici, tiene unas piernas hermosas -incluso Madonna), dar vuelta a la izquierda (ufff, qué difícil), a la derecha, pararse en los pedales, hacer piruetas...Salir al tráfico, los ejes viales(qué miedo, pero qué logro...)
Epistemológica: Hay un deseo el el aprendíz de bicicleta, controlar el vehículo de dos ruedas. En un bebé, el deseo se traduce en quitar las "rueditas", en una veiteañera, bajar las "llantitas", en fin ser autónomo.
Por ello, el aprendíz vigila sus movimientos, indaga, confronta,
plantea conjeturas...Establece una relación simbiótica y semiótica con la bici y quien le enseña. Se construye un código lleno de complicidades, buenos entendidos, de tal manera que quien aprende bici no sólo maneja conocimientos, sino también, emociones, placer, dicha...mucha dicha...
¿Cuándo se termina de aprender a andar en bici?
Nunca, siempre se aprende algo nuevo, como en la vida.
Aprender a andar en bici, es más que una metáfora de la vida, es una retórica completa de la vida.
Holzwege.

Holzwege dijo...

Es difícil leer en bici como quiere Gabriel Zaid; empero, sí se puede escribir pedaleando la bicicleta (en la memoria a corto plazo)propia, claro está; a veces también, la bici de otros.
¿Quién escribe los artículos de Wikipedia? Yo escribí uno; con lenguaje coloquial.

Más allá de eso, cómo "bajar de wikipedia algo"; no abunda la creatividad en dicha enciclopedia, como para parafrasear sus artículos. Para los legos las palabras significan lo mismo: por ejemplo, interpretación y sobre interpretación; hay un mundo de lecturas entre estas dos palabras.

Son los comentarios banales y "chafas" de la internet; chavos enojados con la vida. Lo siento.